Ahi nomas pa'l gasto

Como no queriendo la cosa...

Ya saben que como no tengo facebook se tienen que fumar mi fanfarronería por aquí =P.

Na, hablando en serio, la verdad es que el hecho de pensar que en un día regular como hoy puedo correr 14 kms para después seguir con mi rutina diaria sin ningún problema... me emociona muchísimo. En el poco tiempo que tengo como corredor amateur nunca había alcanzado las metas que ahora he estado cumpliendo, Y no se exactamente a que se deba pero me hace sentir muy bien conmigo mismo.

La maratón completa dura 42 kilómetros aproximadamente, así que podemos decir que puedo correr ya la tercera parte de ella sin problemas, estoy seguro de que lo más difícil esta pasando a la segunda mitad de la carrera. Aún hay que trabajar para adquirir la fuerza de voluntad suficiente, el control mental necesario y la condición física como para poder llegar a hacerlo en el futuro (próximo, espero).

Ya he comentado anteriormente que durante la sesión corredora uno siempre anda pensando sandez y media, me he dado cuenta que si no te pones a pensar en “estoy corriendo, ya me cansé” como que se te hace todo más sencillo, recuerdo que en algún lado había leído que hay un punto en el correr donde ya estas simplemente en automático, y es ahí donde sin darte cuenta simplemente vas avanzando como si nada, es como si alguien mas estuviera corriendo por ti, suena raro, lo sé. Entonces siempre me pongo a divagar de varias cosas mientras las piernas hacen lo suyo, claro que aun así siempre voy a las vivas al cruzar las calles y así. Lo mas curioso de todo es que esos alucines que uno se avienta al correr van y vienen sin orden aparente, en ocasiones recuerdas que estas corriendo y te concentras en ver si estas pisando y respirando bien, cada que tengo este tipo de “sacudones mentales” escucho en mi mente: “segundo aire segundo aire” (jaja, neta)… hasta que pasa un perro con la cola peluda y de nuevo me pongo a divagar en babosada y media (mientras el resto del cuerpo se ocupa de lo suyo, claro).

Les comparto una de todas las cosas súper random en las que divagué hoy mientras corría:
El chimichurri argentino es muy rico, yo soy muy adicto a esa madre, en el refrigerador siempre trato de tener una latita, se lo pongo a casi todo lo que pueda. En especial me gusta la pizza con ese chimi, ya sé que en Argentina eso es una marranada, pero bueno a mí me gusta así y ya. Sólo a los genios incomprendidos nos gusta ese tipo de mezcla rara. Aunque también me gusta el chimi amarillo, en especial ese que tienen en las pizzas Cesarín, es muy rico. Me sorprendí mucho ayer al enterarme de que esa madre es de León Guanajuato (anda la osa). Es cagado que en algunos foros de internet pregunten la receta de ese chimi en especial y salten cientos de Argentos a decir: “el chimichurri no es amarillo, y es argentino, y no se le pone a la pizza”, ches batos intolerantes, para intolerantes conmigo tengo.

Y ¿eso qué?, efectivamente no es ni interesante ni digno de recordar pero es para que vean en qué tipo de cosas se pone a pensar uno mientras ejercita las piernas. Ah, pero los pensamientos random no son la única arma para correr, si el trayecto llega a ser algo pesado y de pronto sentimos que el sol cala con mas fuerza y que las piernas no querran seguir, entonces escuchar una rolita como esta es algo muy motivador que nos permite disfrutar del viento en la cara y dejar que el otro yo se ocupe de correr mientras le echamos porras cantandole como la morra de Alabama Shakes: aguanta dude!

You gott’aaaa hooooooold on!. (otro perro con la cola peluda!)