Murió John Kenneth Galbraith, economista canadiense que con sus iluminados escritos divulgativos saca la voz por esa minoría pensante que le ha dado renombre a la mayoría gris y sobre valorada de las universidades gringas que nos han vendido ideas solo aplicables a los países desarrollados. Formo parte de las comisiones para la reconstrucción y combate a la pobreza que se formaron acabada la segunda guerra mundial, y aprendió de los fracasos analizando de una manera lucida y como pocos los contados éxitos de los programas de apoyo internacional. Fue embajador en uno de los países mas pobres, la india y enfoco gran parte de sus esfuerzos en la comprensión y el análisis de la pobreza y sus causas. No conozco la totalidad de su obra, pero los libros que he leído El origen de la pobreza de las masas, Anatomía del poder, Naciones ricas, naciones pobres, vienen muy a cuanto con la época y deberían ser material de lectura obligatorio para nuestros gobernantes y en especial para la horda populista que pretende gobernarnos próximamente, con la cual quizás sus mentes proletarias entenderían que darle dinero a los mas pobres solo por el hecho de serlo, no los sacara de su miseria, si no al contrario, renovara el equilibrio de la pobreza y reforzar la adaptación a la cultura de la misma.
Estos libros son viejos, es verdad, pero siguen siendo y serán vigentes. En especial recomiendo al lectura de el origen de la pobreza de las masas. En el analiza las explicaciones superficiales y poco fundamentadas, de salida fácil que se dan para explicar la pobreza, causas tales como el comercio, la escasez de recursos naturales, la educación, el gobierno, el modelo económico, la falta de capital, el atraso tecnológico, la explosión demográfica y hasta factores tan poco científicos como al latitud y las tendencias étnicas intrínsecas. Ejemplificando cada uno de estos factores y rindiéndolos ante la evidencia de la realidad, no solo descartándolos, si no perfilando incluso, algunos de estos como consecuencias o por lo menos como causas circulares.
Explica de manera sencilla y digerible el equilibrio de la pobreza, para resumírselo de una manera burda y por poner un ejemplo, si una comunidad tiene un avance repentino por, ya sea curando una enfermedad o paliando la hambruna o con un transitorio aumento en el ingreso que solo cubre las necesidades básicas sin posibilidad de inversión, los habitantes que hubiesen muerto tendrán niños que no hubiesen nacido, y el mayor recurso actual tendrá que dividir entre un también mayor numero de habitantes, devolviendo el equilibrio a la pobreza, dejándolos en un estado igual o similar al anterior. Ante este ciclo casi irrompible la gente se adapta, ya que es mas fácil vivir resignado que frustrado. Incluso las religiones piden de manera tasita o explicita la resignación y la premiación de la pobreza con la riqueza espiritual, todas estas costumbres y la tradición sufrida de generación en generación de vivir en la pobreza, crean una solución lucida aunque despreciable, con aversión a todo riesgo, y la mediocridad y el conformismo toman el nombre de adaptación a la cultura de la pobreza.
Esa adaptación se puede romper de dos maneras, por el trauma o por la educación. El trauma incluye guerras, emigraciones forzadas, causas que escapan al control de la mayoría y se ven obligados a comenzar en un medio o un entorno distinto, con consecuencias como el crecimiento de Alemania oriental por los refugiados de la posguerra o los inmigrantes desposeídos que escaparon de la pobreza para ir a USA, o las reformas agrarias propiciadas por las revoluciones como al mexicana, pero tarde o temprano la adaptación de la población regresa a su estado anterior o se estanca en un punto apenas superior si no existe una educación previa, solo en casos excepcionales existe una mejora real.
Solo la educación enfocada en la lucha contra la adaptación, la promoción de su rechazo y las alternativas reales para escapar de la cultura de la pobreza puede perpetuar el rompimiento de su equilibrio, pero este rompimiento no se da en generaciones si no a través de ellas y es a muy largo plazo. En fin, muy recomendable lectura la de este mister que estiro la pata, sobre todo para los populistas necios que me evitaran la pena de burlarme de ellos y de sus ridiculas propuestas.
HOMERO
Estos libros son viejos, es verdad, pero siguen siendo y serán vigentes. En especial recomiendo al lectura de el origen de la pobreza de las masas. En el analiza las explicaciones superficiales y poco fundamentadas, de salida fácil que se dan para explicar la pobreza, causas tales como el comercio, la escasez de recursos naturales, la educación, el gobierno, el modelo económico, la falta de capital, el atraso tecnológico, la explosión demográfica y hasta factores tan poco científicos como al latitud y las tendencias étnicas intrínsecas. Ejemplificando cada uno de estos factores y rindiéndolos ante la evidencia de la realidad, no solo descartándolos, si no perfilando incluso, algunos de estos como consecuencias o por lo menos como causas circulares.
Explica de manera sencilla y digerible el equilibrio de la pobreza, para resumírselo de una manera burda y por poner un ejemplo, si una comunidad tiene un avance repentino por, ya sea curando una enfermedad o paliando la hambruna o con un transitorio aumento en el ingreso que solo cubre las necesidades básicas sin posibilidad de inversión, los habitantes que hubiesen muerto tendrán niños que no hubiesen nacido, y el mayor recurso actual tendrá que dividir entre un también mayor numero de habitantes, devolviendo el equilibrio a la pobreza, dejándolos en un estado igual o similar al anterior. Ante este ciclo casi irrompible la gente se adapta, ya que es mas fácil vivir resignado que frustrado. Incluso las religiones piden de manera tasita o explicita la resignación y la premiación de la pobreza con la riqueza espiritual, todas estas costumbres y la tradición sufrida de generación en generación de vivir en la pobreza, crean una solución lucida aunque despreciable, con aversión a todo riesgo, y la mediocridad y el conformismo toman el nombre de adaptación a la cultura de la pobreza.
Esa adaptación se puede romper de dos maneras, por el trauma o por la educación. El trauma incluye guerras, emigraciones forzadas, causas que escapan al control de la mayoría y se ven obligados a comenzar en un medio o un entorno distinto, con consecuencias como el crecimiento de Alemania oriental por los refugiados de la posguerra o los inmigrantes desposeídos que escaparon de la pobreza para ir a USA, o las reformas agrarias propiciadas por las revoluciones como al mexicana, pero tarde o temprano la adaptación de la población regresa a su estado anterior o se estanca en un punto apenas superior si no existe una educación previa, solo en casos excepcionales existe una mejora real.
Solo la educación enfocada en la lucha contra la adaptación, la promoción de su rechazo y las alternativas reales para escapar de la cultura de la pobreza puede perpetuar el rompimiento de su equilibrio, pero este rompimiento no se da en generaciones si no a través de ellas y es a muy largo plazo. En fin, muy recomendable lectura la de este mister que estiro la pata, sobre todo para los populistas necios que me evitaran la pena de burlarme de ellos y de sus ridiculas propuestas.
HOMERO
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