El chofer de Lamberto IV

Lo siguiente que recuerdo es entrar a casa de Martha histérico, encabronado, no pude aguantar la puta sonrisa de Ramiro:

- chinga tu madre cabron- le dije antes de soltarle el madrazo en la quijada sin darle tiempo de reaccionar- estas putas bromas ve a hacérselas a tu reputa madre.

- ¡¡que te pasa, pinche loco!- y ahí estaba Martha gritando, jalándome la camisa lo que hacia que me enputara mas, y yo seguía pateando a Ramiro tirado en el suelo, que solo se cubría el rostro con las manos

- déjalo cabron que te pasa- y yo mas encabronadop lo seguía golpeando y entre mas trataba Martha de quitarme de encima mas lo golpeaba.

Lo que paso después lo recuerdo a pedazos, por fragmentos que regresan borrosos y confusos, ahí seguía Martha, jalándome del brazo y del cuello de la camisa y Ramiro tirado en el suelo, sangrando, ya cabron ya, me decía entre sollozos, voltee y le di una bofetada a Martha, seguro tu le ayudaste pendeja, y cayo rondando detrás del sillón blanco, trato de levantarse de nuevo y fue cuando patino con la sangre de Ramiro.

¿cómo iba a saber yo que las cosas terminarían de ese modo?,había dormido solo unas horas en todas la semana y me había metido varias botellas de Borbón en el cuerpo, yo pensé que solo se había desmayado. Volví con Ramiro y lo tome del cuello, tenia ya el rostro todo hinchado, las cejas y los labios reventados y el sillón blanco de Martha ahora era rojo, con las manos pintadas de Ramiro cuando trato de levantarse.

- Ya estarás contento cabron, le dije, pinches bromitas de mierda,
- Que te pasa pendejo, -me alcanzo a decir balbuceando, chorreando sangre por la encía reventada
- Tu, tu pinche Lamberto y tu Sandra váyanse a la chingada
- De que me habla pinché loco- me decía con el rostro y el cuerpo fruncido de dolor.
- No te hagas pendejo.

Le di otro golpe en el rostro y fui a buscar algo de beber para calmarme un poco, solo encontré una botella de tradicional sobre la mesa y un culo de jack Daniels en la alacena de la cocina. No habían pasado ni dos minutos desde el instante en que entre hasta ese momento, mi cuerpo empezó a destensarse y sentí los arañazos en el brazo que me provoco Martha, vacié el resto de jack y me lleve la botella a la sala, Martha seguía tirada en le piso, me senté al borde del sillón y encendí un cigarrillo.

- ¿cuánto te costo tu pinché broma pendejo?