“El creo un punto que se convirtió en el pensamiento, donde dibujo todas las figuras...Era y no era encerrado en el nombre y eludiendo el nombre, no tenia otro nombre sino ¡quien?, puro deseo de ser llamado con un nombre.”
UMBERTO ECO
En ciertas culturas antiguas el nombre era mas que una expresión de identidad, era parte del ser o persona y poseerlo otorgaba poderes sobre su portador. Cuando alguien moría ciertas tribus polinesias convertían en tabú su pronunciación, anatemizando a todo aquel que osara repetirlo. En otros tiempo y otros lugares existía la creencia de que un nombre de increíble y terrible poder era la clave de todo el universo, otras culturas lo identificaban con las palabras que pronuncio Dios al crear el todo y se creía que quien las conociera y pronunciara a la inversa del orden natural, destruiría el cosmos infinito. Para los judíos era el nombre de Dios mismo, por esa razón se referían a el mediante circunloquios como “El, Elohim, Adonai, Shaddoai, Sabaoth o Shamhamphorash, (este ultimo empleado por moisés para abrir el mar rojo, según la mitología bíblica), a fin de prevenir la catástrofe.
Con la influencia del catolicismo se tomo por costumbre imponer como nombre el del santo que marcara el calendario en el día de nacimiento, seguramente con el fin de encomendar al niño a la protección y tutela del santo en cuestión, esa costumbre perduro hasta tiempos mas recientes con la variante de imponer el nombre que marcara el calendario (no el santoral) varios absurdos se cometieron y se cometen, aun hoy existen personas que llevan por nombre Cirio Pascual, Expropiación, Natividad, etc.
Aun hoy en día perdura lo que parece ser una reminiscencia de costumbres antiguas que atribuyen al nombre o al poseedor de cierto nombre cualidades especiales, no es difícil encontrar en México niños con nombres como Johansen, Brandon, William, Dustin, Jonatan Smith (así con apellido incluido), Trisha, Kimberly, Melissa y un largo etcétera, todos latinizados es cierto, pero no por eso menos absurdos y contrastantes con los rostros morenos o indígenas que los portan, hace tiempo los Migueles, los Jorges y los Juanes dejaron de existir en México, ahora se escucha por la calle llamar a “Mike, Yorch y a Jon” indiscriminadamente, quizás solo sea el deseo, la aspiración de los padres por crear hijos fuertes, inteligentes, triunfadores, rubios y altos como los que ven en las películas de “golygud”, sin importar la genética, la malabestiez de su educación ni la mediocridad de su futuro, como si el nombre lo lograra todo por si solo. No es posible que la influencia sajona nos este invadiendo hasta en el nombre, o quizás no sea eso si no que los padres, previsores y sabios como casi siempre, quieren facilitar el camino a sus hijos y así cuando se vallan de brazeros no les cuente tanto trabajo adaptarse.
Cada que escucho que alguien llama a un niño por el nombre de Yair, Samantha, Robin o cualquiera nombre similar siento una profunda melancolía por los Donacianos, los Pánfilos y las Altagracias y si me apuran hasta por el absurdo y enternecedor Masiosare. Aunque aun los muy patrioteros que imponen a sus hijos nombres como Cuihtlahuac cometen una absurdo, este nombre significa por ejemplo, mierda de águila o mierda de perro no recuerdo ahora la etimología exacta. Por eso para no errarla estoy buscando desde ahora un nombre para mis hijos, la lista la encabeza Supercalifragilisticoespiralidoso Lara, hay después me dicen que les parece.
HOMERO
3 comentarios:
Jejeje no se si sepas que en el DF un ingrato le puso a su hijo "Robocop", imagina en clase el pobre niño...Fernandez Robocop.......Presente!
Por otra parte pa tu niño sugiero los siguientes: Quirino, Onofre, Eufrasio, Sulpicio, Telmo, Eutiquio, Aniceto, Clímaco o Dagoberto. Creo que al mio le pondré Vérulo o Aquilino...
jaj chido los agregare a mi lista yo habia pensado tambien en silvio o en Dante como mi perro asi cuando me haga encabronar le puedo decir qeu le puse el nombre para recordar a mi mascota. jaja.
¿Qué tal Jhonny o Brian?
=P
Saludos.
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