Detachment

Ok. This is pure poetry!, es una experiencia extraordinariamente orgásmica. No podemos esperar menos si vemos que el actor principal es el todopoderoso Adrien Brody, el director es Tony Kaye (American History X) y cuenta con el apoyo de uno de los productores de The hurt locker. Hace mucho que una película no me hacia llorar 3 veces en menos de media hora.

Pero ¿Qué debe de tener una producción cinematográfica para ser denominada así?, pues simplemente pedos pedos y más pedos… pero con un fondo musical siempre atinado de pianitos en tonos menores con excelentes actores de por medio, y si lo metemos todo en el ámbito de un profesor de escuela pública con varios problemas mentales, entonces ya tenemos garantizada hora y media de debate ético intrapersonal, algo que let’s be honest… no se ve todos los días!

El genial actor Brody encarna un profesor sustituto que va por ahí dando clases de escuela pedorra en escuela pedorra, obviamente al principio se encuentra con los vicios cliché propios de la juventud desenfrenada (falta de respeto y desinterés) pero con el tiempo su buena vibra hace que se vaya ganando a la perrada (hasta aquí uno pensaría que será la enésima versión de To sir with love, pero no). De nuevo vemos en esta historia (de manera casual y mística) a otro teacher con algunos problemas existenciales y familiares, nos sorprenderá la fortaleza que tiene para poder pelear contra ellos aun preocupándose por la vida de otros menos agraciados. Si de por sí la historia da mucha tela de donde cortar la incursión de una vida perdida en forma de suripanta lo hace todo aún más poético, y no es que todas las putas vengan ya con su credencial de bohemia autorizada, sino más bien que el comportamiento poco usual de nuestro querido profesor hace que no sea de otra forma. Como les digo… en algún punto de la película van a soltar el lagrimón loco.

Por si la triste historia y el crew de la película no fueran suficientes, tenemos el uso de una fotografía muy sutil y agradable, además de que se maneja un formato tipo “falso documental” donde entre algunas escenas vemos algunas confesiones por parte del protagonista, esto hace que nos metamos en la historia mas pronto de lo que planeábamos.

Sin duda una película obligada a ver. Como he dicho al principio: es poesía pura, o posiblemente solo es culpa de la botella de Smirnoff vacía a mi lado, Who knows?!.