No cabe duda que caras vemos… y otras cosas no sabemos, o vaya… nunca me dejan de sorprender las apariencias, cuando crees que conoces la verdad de alguna individua y de repente ves que la situación no es TAN así como te la describen entonces dices… ¿qué pedo?, pero a la larga no hay a quién reprochar ya que podemos justificar todo simplemente con decir que… así es de fuerte la naturaleza y punto. Y cuando la naturaleza llama para hacer lo suyo no hay nada que nosotros podamos hacer para evitarlo.
Hace algunas semanas me encontraba saliendo al patio de mi casa cuando de repente vi salir volar a un pajarillo de un árbol, yo no fui el único que lo vio sino que una de mis perras también lo diviso, acto seguido y sin dudarlo salto y lo alcanzo a agarrar con su hocico, inmediatamente corrí hacia ella para que lo soltara, y afortunadamente logre quitárselo, el pobrecito estaba todo temblando de pánico pero no tenia marcas de sangre ni nada, salí al parque que esta frente a la casa y me lo lleve en las manos cuidadosamente, estuve ahí un rato con él mientras mi perra asesina nos veía con curiosidad desde dentro de la casa, lo deje un poquito en el pasto y vi que ya caminaba a pasitos así que lo arrimé al agua para que tomara un poco y como tenía miedo de dejarlo ahí desprotegido (hay muchos perros en el barrio) busque un árbol mas o menos alto y lo fui a dejar estratégicamente acomodado para que se alivianara y volara cuando pudiera.
Al regresar a la casa vi a mi perra asesina con su cara de boba con lengua de fuera, obvio ella hizo lo que la naturaleza le mando y punto, ya lo se, pero bueno, tenía ese tonto concepto de que mi niña era así como que bien portada y toda “zen”, obvio no, que iluso yo ya se. Al siguiente día salí al parque al árbol donde había dejado al pajarito, y si estaba ahí… pero muerto. No me puse a llorar ni nada pero sí sentí muy feo y ya sé que miles de animales y humanos mueren todos los días y de formas más trágicas, pero el hecho de pensar que mi perra había sido la asesina si me incomodó un poco (y repito: ya sé que es su naturaleza).
Hace unos días caminaba por el parque con mis dos perras (la asesina y la pequeña), y cuando menos me di cuenta la pequeña estaba jugando con un cadáver de pájaro, de hecho ya lo tenia todo en la boca y se lo quité rápido (sobre todo por el pedo de que pueda agarrar una infección o algo así), y de nuevo me quede pensando: chale… las dos asesinas, pero pues… esta en su naturaleza. Ahí esta que ahora veo a las dos tontas con sus caras de bobas y lenguas de fuera revolcandose en la cama y no puedo olvidar que también son capaces de infringir mucho dolor a otras especies… igualito que los humanos.
Eso me dejo pensando en que no se si me hubiera gustado mejor simplemente no verlas en su faceta depredadora, ya ven eso que dicen de “ojos que no ven corazón que no siente”, aunque si lo supiera o no aún así lo seguirían haciendo a mis espaldas ¿no?
Y nosotros como seres racionales… ¿deberíamos de tener el mismo derecho de excusarnos cuando nuestra naturaleza destructiva nos orilla a tomar malas decisiones? ó ¿el hecho de ser racionales hace que sea imperdonable cualquier decisión basada en los más primitivos sentimientos?
Antes que humanos somos animales, y a juzgar por nuestras decisiones egoístas y estúpidas somos mas bien unos monstruos. Pero monstruos con sentimientos, tal y como lo relata el australiano Angus Stone en este sencillo de su segundo disco como solista (¡los discos que tiene con su hermana Julia son la onda!)
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