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13.5.08

De la segunda carta del profeta Deniel a los Caramelenses

Caramelenses.

Esta es la segunda entrega de las cartas que seguramente seguiré enviando hacia los miembros connotados y ausentes de esta Banda Caramelo.

Hermanos de la tecla (y no es albur.)

Tomo como referencia esta frase en doble sentido para denotar el cáncer que afecta e infecta la ventana virtual de esta Banda cubierta de caramelo.

Como muchos de ustedes ya sabrán, existe una Banda en la Internet llamada igual que este espacio, La Banda Caramelo. (de Carlos Estrada).

La mayoría de los que me conocen y para los que no lo saben, me caga la música de banda!. Para mi es lo mismo que cualquier música electrónica hecha ex profeso para bailes de pueblo, donde cualquier melodía con un background de tuba y tamborazo, aderezado con un par de trompetas y un acordeón, se convierte en un éxito masivo que para el caso es la misma bazofia.


Como buen profeta se que no puedo aplicar todo esto en mi tierra, por lo que seré mal visto por la sarta de seguidores del tamborazo que seguramente son aquellos que por pura curiosidad y analogía de tags, han entrado al blog y en la caja de texto de la derecha han dejado sus comentarios que denotan lo que ya había expuesto en mi primera carta.

Si alguien observa con atención encontrará la conexión entre la decadencia musical y la decadencia del lenguaje, donde todo es el comentario barato.

El PATO, miembro de la BC, hace referencia a ello, con una sutileza y humor lleno de sarcasmo, en una entrega anterior donde, a pesar de lo rimbombante del lenguaje escrito, el contexto es el mismo: “la verga”.

Hay varias opciones que pueden ser susceptibles de análisis más profundo (y no es albur). Pocos lugares en el mundo aplican un lenguaje coloquial tan enriquecido como nosotros y al decir nosotros me refiero a los Mexicanos, el doble sentido y la jerga, son parte común del lenguaje y aunque no todo lo usan la mayoría entienden un doble sentido o una palabra que pretende decir algo mas.

Tenemos muestra de ello en el cine decadente del siglo pasado donde los albures y el barrio se mezclan y fluyen en si mismos como muestra de la cultura citadina.
Con la llegada del Internet, todos estos espacios se han abierto cada ves más y millones de usuarios pueden navegar libremente sin legislación alguna en cualquier sitio que les permita entrar.

Bajo el amparo del anonimato que otorga el estar sentado frente a un monitor, el verdadero caliche sale a relucir sin temor alguno de descubrimiento, la válvula de escape que supone el colocar tal o cual comentario en una caja de texto seguramente libera principalmente las tensiones sexuales, bisexuales y homosexuales de los que escriben en ella.

El punto no es el ataque a estos grupos, tampoco el ataque a los hijos del tamborazo, es tan solo el poner el dedo sobre la yaga y el corazoncito grupero culturalmente decadente y ausente de pensamiento lógico y elevado, que seguramente ha pasado a echar un vistazo a este espacio.

Conmino a los miebros de la BC, que alimenten este espacio con “anti”doto que seguramente ayudará a que este lugar siga siendo lo que hasta ahora ha sido.

Termino esta intervención no sin antes dejar una cosa muy clara:

“No se puede dar rosas a los cerdos”

3 comentarios:

Anónimo dijo...

pinche boy ... no mames wy ... jajaja (chale... ya te deje un puto comentario de la verga ...)

RaY dijo...

Ay como me duele, como me duele (8),
que escribas así joven Deniel, la verdad a mi me gusta la música de banda y si hijo bastardo que es el duranguense, es muy sencilla y los tamborazos creo que despiertan lo mas primitivo de mi porque en cuanto los escucho me dan ganas de moverme como un chimpance.

Saludos.

Anónimo dijo...

al boy le gustan los temerucos.