MEA CULPA no a la violencia

Ok creo que me pase con lo del NAPALM, sobre todo por que en ocasiones me sobrecoge y me domina ese átomo fascista que herede de cierto abuelo militar. De cuando los militares eran para la guerra, y no para vacunar escuincles y cuidarle el plantío a los narcos, pero que quieren? Uno tiene sus lados oscuros, sus aristas ojetescas que raspan en la moral y buena conciencia de las almas generosas, utópicas y democráticas, pero para que no me acusen de racista, fascista, pendejo intolerante, superficial y mamon, aceptare mis errores.

MEA culpa, MEA culpa, claro que compadezco lo del niño muerto en Atenco, y lo de los mineros caídos en batalla heroica en Michoacán, y me arrepiento con toda mi alma de considerar pendejos a todos los que admiran a marcos y claro que admiro a todas esas personas que amablemente han señalado que el dialogo y el desarrollo de esas comunidades es la única manera de encarar estos problemas- idea harto novedosa y brillante que no se me hubiera ocurrido a mi solo-, es mas hasta admiro el valor civil que han mostrado los de chapingo y los frentes populares en sus diversas denominaciones para protestar en apoyo a esos pobres ciudadanos desposeídos que al igual que los mineros solo organizaban un inofensivo día de campo con petardos y bombas molotov y que fueron mal interpretados por los burdos represores, representantes del sistema burgués de extrema derecha excluyentista, sectarista, totalitarista y macdonalista(¿apoco no quedo rebonita la frase?, hasta me siento intelectual).

Ya me he cansado y me han convencido, adema siento refeo de que algunos cuates me han dicho que soy extremista, totalitario y racista. Por eso me sumo a su enardecida defensa de los derechos humanos exigiendo que los cuerpos y fuerzas actúen siempre de forma eficaz, sí, pero –matiz básico– no violenta. Y mas viendo los videos de cómo hicieron los malditos policías, emergidos de nuevo del sistema represor , burgués de extrema derecha excluyentista, sectarista, totalitarista y macdonalista. Por que toda violencia es antidemocrática, y el poli que avienta lacrimógeno o da patadas o pega con una macana, como el soldado que va a una guerra con escopeta en vez de con biberones de leche, es un violento, un asesino y un fascista.
Así que me sumo. Suscribo el rechazo absoluto a la contundencia, a la violencia, y a la ruda contingencia. Y estimo urgente que, defensor del pueblo aparte, los de Gobernación y los jefes policiales y seguridad publica y todo cristo que este involucrado en esa horripilante represión, a ese impúdico atentado contra la libertad de expresión de las clases oprimidas, comparezcan en el Congreso cada vez que se produzcan hechos similares –también cada vez que se me salga un cayo o amanezca crudo o me de comezón en el huevo izquierdo–, y que la policía abandone su brutal táctica represiva contra estas pobres gentes trabajadoras, bondadosas y gentiles, que solo defienden su derecho divino de hacer lo que las pulgas de su trasero les dicten, de una puta vez.

Por eso tengo una nueva solución, Si ya México tiene la gloria de llamar a sus fuerzas armadas desarmadas para la paz y la concordia marca Acme, ¿por que no hacemos lo mismo con esos policías malas bestias? Haciendo de la contundencia policial, ese residuo prisita sesentayochero, la sustituyan el diálogo entre civilizaciones y el buen plan camarada igualitario. Para eso, como les decía , les tengo la solución, de ahora en adelante las fuerzas policiales deberán ser entrenadas por azafatas expertas que los instruyan en atención al cliente, con una sonrisa y trato amable y de usted.

Lo de las detenciones en atenco por ejemplo podría solucionarse de la siguiente manera: en primer lugar se repartirá entre la población guantes de carnaza a medida para que no se lastimen las uñas al lanzar piedras, petardos o bombas molotov, para lo cual se les entregara también un kit con gel antiquemaduras y unos lentes industriales de seguridad además de una paleta tutsi pop, todo esto repartido por la mañana antes de cualquier desalojo o intento de captura, por unas bellas granaderas que lucirán un corto y ajustado vestido de licra azul, con botas a la rodilla y medias de red, y los pechos al aire, para relajar el ambiente y deleitar la pupila de esas bondadosas gentes. No sin olvidar una generosa dotación de cerveza fría o café de olla, según la estación del año, para evitar la deshidratación o el congelamiento de nuestros mártires nacionales.

Después ante el inminente asalto de las fuerzas policiales, o su rechazo por parte de los oprimidos pobladores, manifestantes o grupos de defensa de la tierra, mineros o samuráis empobrecidos y degradados a macheteros por el sistema represor burgués, y para evitar que la acción de la justicia los lesione salvajemente, los policías portaran botargas incombustibles de la vaquita lala para repeler las pedradas y artilugios de guerra que puedan serles arrojados. De macanas ni hablamos, serán sustituidas por esos tubos de unicel con colores súper cool que venden el los supermercados y por plumas de ganso criado sin hormonas y bajo régimen macrobiótico por comunidades indígenas en programas de autoempleo, par hacerles cosquillas a los manifestantes y rendirlos por la paz. Además el costo para el país por estos conceptos seria inexistente , ya que tanto las cervezas, como las botargas podrían ser patrocinadas por diferentes empresas privadas que aceptaran gustosas al saber que estas imágenes darán la vuelta al mundo para ponernos como ejemplo de avance democrático, igualitario y como paradigma del triunfo social

Si esto no funciona los ahora azafatos policías moverán la cabeza reprobadores, pero sin palabras que puedan ser interpretadas como coacción verbal. A los manifestantes que rebasen este primer escalón táctico, guardios y guardias especialmente adiestrados y adiestradas les afearán la conducta con palabras mesuradas en inglés, francés, totonaca, maya y náhuatl, como por ejemplo: le ruego a usted que no trasgreda las normas, llamo al orden a su cordura, señor machetero oprimido por el sistema burgués o señor indígena desposeído o hágame el favor de retroceder a su casa y pedir disculpas por matar a un compañero si es usted tan amable, señor defensor de las cusas justas.

Pese a estas medidas coercitivas, es probable que algunos manifestantes se pongan violentos; para qué nos vamos a engañar. En tal caso, las fuerzas del orden pasarían al plan B: agarrarlos por los hombros sin violencia pero con firmeza democrática, besarlos en la boca de modo contundente, darles una mamadita y luego indicarles la dirección del trasero bajo la botarga y ponerse de rodillas. Todo, por supuesto, en presencia de una delegación de miembros de la comisión de derechos humanos, de representantes del Congreso y de observadores internacionales, que abrirán inmediatamente, si se requiere, la investigación y comparencias ministeriales oportunas o en su caso la repartición de vaselina y preservativos democráticos. Ya ven, también puedo ser democrático.

HOMERO