This is not a movie

Esta es una película de Olallo Rubio… para fans de Olallo Rubio, y es que tenemos que ser muy cuidadosos al interpretar esta película, depende mucho que tanto crees que conozcas el trabajo de este periodista, locutor, escritor, director. Y no se trata de que yo sea un fan y defienda todo lo que haga, por que no es así.

El título de la “película” dice todo, no es una película y punto. Efectivamente no es una película por todo lo que el autor mismo va expresando a través de los monólogos esquizofrénicos del protagónico (interpretado por un Edward Furlong ya entrado en años, a quién seguro recuerdan como el John Connors juvenil de Terminator 2); es solo un entretenimiento de hora y media que expresa las des variaciones de un personaje que vive en un script en desarrollo, el cuál se lleva a cabo en el interior de una habitación de lujo de un hotel en Las Vegas.

La influencia de Jodorowsky es innegable; las tomas, los simbolismos, el uso de la música (cortesía de Slash), sí sabes de antemano que el Sr. Rubio es un gran fan de este director Chileno entonces piensas: “ah, I see what you did there”, también si sabes de las preferencias musicales del Sr. Rubio entonces te resulta ingenioso el descubrimiento de easter eggs con referencias musicales en toda la película. La relación que existe entre el personaje principal y el director me recordó mucho a la película Nirvana del italiano Gabrielle Salvatores; el títere creado adquiere consciencia propia.

En todo momento la película trata de romper con la cuarta pared , y digo que “trata” porque desde que te das cuenta del nivel de subjetividad y surrealismo de la “película” entonces se te hace complicado comprar la idea de que se esta rompiendo la pared (¿cómo rompes algo que no existe?).

Podemos confirmar también la filia que tiene el Señor Rubio por el uso de humor auto referenciado y metalenguaje, Lo cuál no es para nada malo, al contrario, resulta muy gozadora la experiencia de leer entre líneas todos los alucines, conflictos, propuestas y tratados ideológicos del autor, pero ahora de manera visual en vez de solo auditiva. Claro que si nunca ha sido de tu agrado lo hecho por este señor (o si ni siquiera lo conoces) es muy probable que termines diciendo: que película tan pinche.