Noche de choco caliente

Bueno, se supone que iba a ser una noche de chocolate caliente, la verdad no se porque se me había estado antojando desde hace algunos días, creo que simplemente son de esas cosas que has probado pero que tiene un rato que no las disfrutas, además como estaba malito de la garganta y hacia algo de frío, el antojo era mayor, son cosas muy sencillas y rápidas de conseguir (vas a un Oxxo y ya) pero ya ven como es uno de complicado…

Después de vislumbrar que mi noche no sería muy cotorreadora, decidí salir en busca de tan preciado líquido. El problema es que en serio tengo pedos mentales gruesos, tengo que darle vueltas al asunto y por eso no me bastó simplemente con pasar al primer Oxxo del camino; no, tenía que esperarme al siguiente y así. De alguna manera no tan extraña me fui dirigiendo al centro de la ciudad (con Guru’s Jazzmatazz en el estéreo), no encontraba lugar para estacionarme y eso me puso algo de malas, en ese momento estuve a punto de regresar a casa y ya dar todo por muerto, pero solo tenia 30 minutos que había salido de casa, afortunadamente el mensaje del Peraloka apareció en el teléfono.

El zoquetin y miss editora de libros habían estado en Galerías, y ahora me esperaban en el centro, desafortunadamente no me dijeron en que parte del centro y yo me fui a estacionar cerca del caracol. Entré al caracol y todo estaba a reventar, había una banda de blues tocando y mucho raza rockerilla/musicóloga que me cae bien, de hecho no fue raro ver a dos que tres personas conocidas (as usual). Espere y espere y el Prk no aparecía (en ese punto el chocolate ya se me había olvidado, aunque todavía estaba el Oxxo ahí cerca…), finalmente me llamó para decir que estaban en otro bar del centro, ¡del otro lado del centro!. Salí de ahí a paso veloz…

Dios, no pensé que fuera a estar tan lejos, o bueno, será por que traía papos nuevos (chapatitos quen pompo), el punto es que caminar a velocidad semi rápida era algo complicado, pero me imagino que como todos los zapatos con el tiempo se ablandaran. Recorrí todo Madero de punta a punta y fue cagadísimo que me encontrara a varia gente conocida en mi camino, fue ahí que recordé que había salido todo despeinado de la casa (jaja, y es que solo iba por chocolate, según yo), pero como toda la banda que me encontré era de la legión de mugrosones entonces nadie hizo comentario alguno respecto a mi apariencia nada pulcra.

La verdad es que cuando iba caminando por Madero me iba quedando maravillado de los pequeños detalles de la nueva rehabilitación de la zona; la calle estaba muy viva, había muchos bares, cafes, pizzerías y restas nuevos. De todos esos uno me llamó la atención, era uno que parecía bar de barrio de Madrid; una ventanota, puerta cerrada y adentro todos fumando (Is that even legal?), Minutos después miss editora de libros me confirmaba que parecía también un bar del centro de Lisboa.

Al llegar al mentado bar de nuevo me encontré con mucha gente conocida, y la verdad fue muy chido ver a gente a quien tenía meses o años de no ver. Después de saludar a varios llegue a la mesa del Prk y miss editora y nos pusimos a debatir de libros y cosas locas. Bonito el bar, pero mi lado amargado no me deja apreciarlo más que como: otro bar chelero equis.

Para no hacer el cuento largo; cuando decidí salirme del área del centro (según yo para descansar) me encontré con una semi-reunión fiesta, pensé que todo terminaría pronto y que después seguiría mi camino a dormir, pero para mi sorpresa los fiesteros decidieron rockear. El tiempo se me pasó volando, todos los rockeadores presentes eran buenazos, y en particular me sorprendió ver como las mujeres también sabían headbangear como los grandes; La bajista del grupo creo que andaba mas prendida que todos los ahí presentes juntos, y el guitarrista era todo un mounstro, muy cabrón el man.

Terminé cansadísimo y muy tarde, un lujo que no me puedo dar desde que estoy ruco y amargado. Pero la verdad es que fue una noche muy divertida como hace mucho tiempo no tenía. Aunque claro que hoy en la mañana tuve que pagar el precio al levantarme muy tarde (a las 9am, jeje).

¿Y el chocolate caliente?, pues no se, será para otro día.

Por lo mientras escuchemos esta canción con la que me desperté hoy, de una bonita banda de florida de la cuál últimamente ya no se ha sabido nada. ¡Muy mal!