How We Exit

Ah pues no se, me siento como que mal por que veo en las noticias y en todos lados que todo mundo esta bien indignado por lo de las votaciones, los pejefans están en su jugo, los analistas políticos andan como en feria de pueblo (riendo con sus amigotes y bronqueando al de enfrente), mis cuentas de correos han sido invadidas por supuesto emails de evidencias del fraude, las cuales en su mayoría son solo patadas de ahogado de los pejefans,… ash, me caga todo esto. Y no vote por copete, que quede bien claro.

Y me caga mas por que neta no se si ya de plano yo estoy mal y debería de subirme al tren del indignado, pero bueno ¿será que soy de esas personas que en serio tenemos problemas mas importantes por cual preocuparnos?; que película voy a ver hoy, con que jugo me voy a tomar esa botella de vodka que esta en el refrigerador, cuando veré a mis amiguetes para echar alucines de contenido, como organizar el próximo viaje laboral, como ya no lastimar más a mi gente, en fin. Un chingo de cosas que preocuparme como para estar velando los intereses del mesías tropical (me sorprende como su público se renueva y le rinde pleitesía incondicional).

A riesgo de que una vez mas cataloguen a este blog como un espacio de derechistas de ultra yunque fans conservadores fundadores de la rosacruz (todo el que no comulgue con las ideas del peje lo es, según los letrados jóvenes de izquierda) sólo diré que mientras mucha gente se toma en serio eso del voto por voto y casilla por casilla (recuerdos de hace 6 años), yo simplemente me concentro en hacer el día de hoy mejor las cosas que ayer, que mi gente este bien y ¡cámara!. ¿Me vale madres este país?, sí… y creo que desde hace mucho tiempo ya le había perdido la fe.

En casos como estos es mejor huir como cobarde, agarrar los primeros pares de calcetines mugrosos que tengas a la mano y salir corriendo escuchando una canción como la de este menonita canadiense, preguntándote una vez mas que puedes hacer (o no hacer) para escapar de esta retorcida y chistosa realidad.