Victoria en Baltimore

Victoria había escuchado esa canción antes…

“I need a phone call, I need a raincoat, I need a big love”

Irónicamente ella estaba en esa ciudad, capital de Maryland, pero afortunadamente para ella (y no para el objetivo de la canción), no estaba lloviendo, y aun así era disfrutable escuchar a los Counting Crows de camino a casa.

Pedaleando a paso constante en la bici, justo sobre Patterson Park Avenue, no podía quitarse de la mente aquella incomoda escena de la noche anterior. Algo alcoholizada, se había metido con aquel patán con el que había jurado ni siquiera dirigirle la palabra una vez más.

“You get what you pay for, but I just had no intention of living this way”

Esa parte de la canción calaba más hondo, parecía que de repente la Zune tenía vida propia, y sí, se burlaba de su mala fortuna.

El problema no era el haberse metido a la cama con su ex, después de todo ella fue quién decidió que todo terminara, el problema es que ya había una tercera persona implicada, o al menos eso es lo que ella quería. No, no solo quería, la necesitaba, y la deseaba. Era algo extraño por que bien sabía que no podría llegar muy lejos con este nuevo amor… y es que al pensarlo fríamente sabía que en realidad nunca podría hacer la debida presentación con sus papas (quienes vivían en la costa Oeste).

“There's things I remember and things I forget, I miss you I guess that I should, Three thousand five hundred miles away, But what would you change if you could?” – seguía cantandole al oido el Sr. Adam Duritz a través de unos sennheiser de 40 dolares-

Realmente no había mucho que hacer, lo difícil ahora sería confesar todo, y sí, inevitablemente llegar con toda la cara de boba y decir: “lo siento”, aunque no sabría si le perdonaría.

Al parar en el semáforo de Eastern Avenue, no sabía si regresar a perder el tiempo al parque mientras pensaba en como explicar todo, después de todo Mary (su nuevo amor, una chica 5 años mayor que ella) no merecía eso. La decisión era muy difícil, y al parecer los Counting Crows no ayudaban mucho, así que sin pensarlo dos veces, y antes de que el semáforo cambiara de nuevo, pulso “next” en el zune, para encontrarse con una canción que la tranquilizaba un poco, curiosamente la vocalista de esta banda local tenía el mismo nombre que ella: “Victoria”.

"We were sleeping till you came along with your diamond heart, You let us in the wooden house to share in all the wealth" Podría ser peor -se dijo Victoria para si-

Y pedaleando rumbo a casa se fue escuchando esto: