Cuando uno habla de música, normalmente tiende a hablar de géneros y subgéneros (algo que en cierto punto llega a ser bastante pretencioso y sin sentido). Pero de alguna forma tenemos que ir ordenando (y catalogando) qué tipo de música es la que escuchamos. Ó al contrario; para ver de que tipo de música es de la que tenemos que mantenernos alejados por el bien de nuestras neuronas (cof-cof-tribal, que ojo, no estoy hablando del “tribal dance” que llegaba a mezclar el señor Carl Cox, sino de la mierda esa que les ha dado por hacer en el norte del país, ni lo busquen, ver un video de esa madre resulta ser mas disturbing in so many levels que los de Rubber Johnny)
Hace poco veía una entrevista que le hicieron a los Canadienses de Metric, quienes comentaban que era gracioso que les preguntaran “¿Qué tipo de música tocan?, ¿A qué suenan?”, y es que muchas veces ni ellos sabían que pedo, entonces para quitarse de broncas y debates ñoños, simplemente decían: tocamos indie. Y sí, ese género es tan sin sentido como el dichoso “alternativo”.
Últimamente me he estado haciendo de música que todo mundo catalogaría como “hipster”, pero pues no se exactamente si eso es lo que sean, vaya, son bandas que tienen canciones que me atraen mucho por su instrumentación y melodía, y varias tienen letras que se me hacen bonitas, y ya. En lo que sí estamos de acuerdo es que muchas de esas bandas ya se empiezan a parecer muchísimo entre ellas, y es aquí cuando debemos de tener cuidado de no desviarnos al camino obscuro de la fuerza (o sea que puedes empezar escuchando folk canadiense y de alguna manera engañosa terminar idolatrando a Arjona, no se, I’m just saying…)
Pero no tenemos por qué ponernos de ofendiditos si una de esas bandas llegan a colarse al mainstream (como la mayoría de los jovencitos auto-denominados “hipsters”, quienes se ponen a chillar si llegan a ver sus sagradas bandas en alguna estación populachera, basta darse una vuelta por youtube para ver comentarios del tipo: “like if you knew this band before they went viral”, o sea: duh! “ay ay, soy requeté bien especial”, ches bolsas de dooch), a mi no me incomodaría para nada escuchar a todas esas bandas en la radio, o verlas en MTV, ¡eso estaría con madre!
Y bueno, de entre todas las bandas con géneros locos que me he encontrado últimamente, se encuentra esta genial banda de Islandia. Lo cuál para empezar: esta cabrón, ya que uno al saber que vienen de ese gélido país, inevitablemente hace el prejuicio de que sonará a artistas como: Múm, Gusgus, Sigur Rós, Valgeir Sigurdsson, y (obviamente) Björk. Cuando en realidad es que suenan totalmente a otro pedo bien diferente. Fueron ganadores de un festival de bandas en su país en 2010, y están siendo todo un exitazo entre la muchachada de Canadá y norte del gabacho. Al escucharlos no van a poder evitar hacer las clásicas comparaciones con bandas actuales, y la verdad es que sí, tienen todo el sellote de folkeros mugrosos hijos de papa. PERO este video en especial… es extremadamente bueno.
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