De pelotas y angeleros

Siempre me han parecido ridículos los “angeleros”, aquellos que a la menor provocación salen a festejar empates o triunfos insípidos con las banderas como capa y el rostro y el auto pintado, quizás, por que, en términos generales, el fut bol me vale madres, veo la final del campeonato mexicano solo si llega el América y los partidos de la selección cuando me acuerdo, y eso si, pongo el automático para asuntos importantes cuando me decido a ver esos partidos, pero hasta ahí llega mi irracionalidad deportiva. En el fondo siempre me cuestiono por que no le dan un balon a cada jugador y se dejan de mamadas.

El partido de la sub 17 donde salió campeón del mundo me gusto, y no puedo negar que por 2 minutos hasta me emocione, bien merecido el titulo para los jovenzuelos. Pero de eso a salir a altas horas de la noche a perseguir el camión y gritar como lemur en celo dista mucho. Pero los lemures y lemuras conacionales no festejan por 5 minutos, no, lo sobredimensionan, ven en esto la oportunidad de olvidarse del jefe que siempre es injusto, de la esposa cabrona que siempre les grita, del transito que les bajo 200 pesos, olvidarse de todo aquello y aquellos que siempre los hace sentir como perdedores y proyectan toda esa frustración acumulada en el triunfo de unos chamacos de 17 años. Si hay algo mas irracional que eso que baje Dios y lo vea.

Hoy un trabajador se reporto enfermo, por otro supe que en realidad estaba no solo crudo, si no aun ebrio desde el domingo, por el festejo el titulo de la sub 17, pensaba en eso mientras veía las noticias, y los festejos, y el comentario de “un triunfo para un país tan necesitado de ellos” y le decía a raíz cúbica que en ese momento se rascaba la panza “mira tu, hay que ver, con que poco nos conformamos”. Y es que que huevos tan azules se necesitan para decir que este país necesita triunfos y ejemplos, si así somos, tal como se ve en la tele, dispuestos siempre para salir a gritar, ya sea festejando o protestando, pero no priorizamos, no trabajamos, no producimos, si cuando le dices a alguien , por ejemplo, “oye alguien, hoy nos quedamos a trabajar a hasta la madrugada” te manda a la chingada, pero si le dices “oye alguien, vamos a amanecernos con unas putas y dos botellas” se alista en dos minutos.

Raíz cúbica se cago de risa y yo le di un putazo, y yo pensaba que si con esas ganas que tiene el pueblo de festejar trabajaramos, estudiaramos, nos prepararamos, cualquiera que sea nuestro campo u ocupación, este país seria otra cosa, y entonces, solo entonces, los triunfos reales serian algo cotidiano, y ese día yo me pondría la bandera de capa y me pintaría de verde para salir a gritar al ángel en pelotas por el pinché orgullo.

HOMERO